Al
dejar Kathmandu el 31 de mayo a las siete de la mañana, perdimos la “conexión”
con el mundo exterior. El 3 de junio, al llegar a Philim para comer, que hemos
conseguido entrar en internet en una oficina del Parque del Manaslu porque
trabaja un amigo de nuestro guía Ang. De paso, hemos examinado a algunos niños. A uno de ellos le hemos sacado un insecto del oído que llevaba varios días "hospedado" donde no le correspondía.
Seguimos
subiendo, haciendo asistencias médicas, pasando mucho calor, potabilizando agua, camino
del Tsum Valley.
En el colegio de Dobhan hemos jugado con los niños, además de hacer alguna clase con ellos y con la cabra que les acompaña. Hay que ver los pocos recursos docentes con los que cuentan. Funcionan como las escuelas unitarias, una profesora para todos, sin estar separados por edades.
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