domingo, 1 de noviembre de 2015

SOBRE EL TERRENO


SOBRE EL TERRENO

El grueso del equipo de MONTAÑAS DE ILUSIÓN se ha trasladado hoy de Syabru Besi (1.503 m) a Thulo Syabru (2.210 m); poco más de dos horas de camino cuesta arriba. Debe ser algo así como Syabru de Abajo y Syabru de Arriba, digo yo, pero conste que no hay nada que fundamente esta reflexión.




Han salido a las 6 am para estar a las 8 en Thulo porque llegaba el helicóptero de Kathmandú con ropa y comida que habían preparado Ana y Jesús. De esta manera, han ayudado a descargar y a repartir todo el cargamento. Cada uno de los niños ha recibido por lo menos una prenda de abrigo.




En Thulo han recibido mucha ayuda de una ONG australiana, que ha construido un Health Post (Puesto de Salud) que abre todas las mañanas y que lo llevan dos enfermeras nepalesas que reciben un salario de dicha ONG. Hemos hecho una donación de material sanitario y también alguna asistencia que requería médico.



Lo que más prisa corre es reconstruir el colegio. La ONG australiana ha hecho un cobertizo provisional con chapas que es extremadamente frío. Thulo está a más de dos mil metros y ya estamos en noviembre. Los niños que van a este colegio (entre 5 y 14 años) necesitan ropa de abrigo. Hacen falta muchas ganas de aprender para ir al cole en estas condiciones.

Una de las maestras del colegio ha explicado que se ha hecho un libro que promociona los trekkings en el Bajo Langtang para conseguir fondos para rehacer el colegio y hacer uniformes para los alumnos, pero que el tiempo no juega a favor de estos niños y eso que no les falta entusiasmo. Han disfrutado mucho jugando con los globos que les hemos dado.







Un hombre que se han cruzado por el camino y con el que este equipo tan dicharachero ha entablado conversación, ha explicado que dentro de lo malo, Thulo está mucho mejor que otros pueblos porque tiene algunos turistas. Por ejemplo Gaatlang, donde vamos mañana, no ha recibido ninguna ayuda y son mucho más pobres.






En Kathmandu, a 180 km de Thulo, nos hemos batido el cobre con los funcionarios del aeropuerto para recuperar los bidones que llegaron ayer en el vuelo de la Turkish. Gracias a Mikel, Amparo y un montón de colegas suyos, los bidones han entrado en el hotel a las dos de la tarde; abiertos, golpeados, con uno de los aros rotos, sin candados, pero han llegado.


Ha sido un día de muchas gestiones para tener el transporte asegurado mañana hasta Syabru Besi, la gasolina, recargar los tres móviles de Nepal, pagar las facturas de estos días, cambiar euros a rupias, imprimir las últimas cartas/permisos para pasar los controles de policía y hacer un par de compras de útima hora. Mañana a las 6 am salgo con Nawa, el hijo de Dawa, en un TATA 4x4 para reunirme con el resto del grupo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario